sábado, 29 de enero de 2011

Casi Feliz

Escribo desde el Pirineo. Hace dos días que estoy aquí. Sí, el mismo jueves por la noche, al acabar las clases subí aquí. No es, por lo tanto, un fin de semana normal. El viernes subí a unas pistas prácticamente vacías y disfruté de un poco habitual viernes de esquí. Nada mal, "pero falta nieve" pensé. Fue llegar a casa para comer y empezó a nevar. Pero no una nevada de esas que dejan caer unos pocos copos pequeños y deformes. No. Copos de formación perfecta empezaron a caer de las nubes y en cuestión de horas todo estaba blanco. En ese momento mi sonrisa (que desde hace casi un mes no se va) se hizo todavía más grande. Así, sonriendo, cubierto con una manta y mirando el recién encendido fuego en la chimenea me quedé dormido en el sofá. Una de las mejores siestas que me he echado. Me levanté y todavía nevaba más. Se me ocurrió decir que Eriste empezaba a parecerse a Finlandia, pero alguien más cuerdo que yo dijo que sin auroras boreales aquello no sería el país lapón. Cierto. Hoy ha amanecido nublado, pero el paisaje estaba blanco. He vuelto a subir a pistas para dejar que mis piernas se hundiesen hasta las rodillas en la recién caída nieve. Y de repente el cielo se ha despejado. Mi sonrisa era descomunal.

Podría decir que soy plenamente feliz, pero falta lo que haría que todo esto fuese redondo. Aunque hoy para comer hay lasaña.

:)

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