lunes, 28 de febrero de 2011

Blah, blah, blah, blah

Ha llegado la hora. Deja lo que estés haciendo. Sí, no me mires con esa cara de sorpresa y curiosidad. Si es posible mírame fijamente a los ojos. No me importa si estás sentado o prefieres incorporarte. Lo que me importa es que te olvides de lo que está pasando a tu alrededor durante unos momentos y te centres en mi. En nosotros. Porque lo que te voy a decir es importante. Un consejo que quiero que no olvides. Es lo único que te pido:

Habla

Deja que las cosas salgan. No te molestes en pararte a pensar si salen bonitas y feas. Que salgan. Esas palabras deben nacer, no morir. Que se junten, que formen frases que a su vez formen conversaciones. No hay mejor manera que conocer a alguien que hablando con él. Puedes peligrar y entablar conversación con gente como yo, que no sé callar por el mero hecho de que me encanta hablar. Pero no decir cosas al aire, sino entablar conversaciones. Y lo más importante: escuchar. Entender lo que me dicen. Hacer el esfuerzo para no oír aquello de

bla bla bla bla bla bla bla bla bla bla bla bla bla

jueves, 24 de febrero de 2011

Hasta verano (2)

Estos días he vuelto a recaer en el famoso resfriado que fue protagonista de una entrada del blog. Ha vuelto, igual que el duendecillo de la suerte, pero su regreso no ha sido tan bien recibido. Estoy empezándome a cansar de estas visitas repentinas que llegan sin aviso. Lo dije, igual el tema me mantiene ocupado hasta verano... ¡Y un cuerno! Pienso hacer lo que sea para recuperar mi buen estado de salud y mandar este malestar a donde nadie pueda irlo a buscar.

Ahora parece que vuelvo a encontrarme mejor. Y hay testigos de que encontrarme mejor significa padecer repentinos ataques de alegría, energía y optimismo. Ataques que veo la necesidad de compartir. No me importa seguir vagando por parques, asaltar pastelerías, seguir explorando sitios nuevos, ver películas de reojo, escuchar auténticos filósofos que te encuentras por la calle y aseguran conocer el sentido de la vida. No me importa. Prefiero esto (aunque a veces me persigan los resfriados) a quedarme en casa muerto de asco.

Un recordatorio de esto:
http://javipiesplanos.blogspot.com/2011/01/hasta-varano.html

miércoles, 23 de febrero de 2011

De nuevo, vosotros


LLevaba días un poco flojo de salud. Me ha faltado la fuerza para ponerme delante de esta página que va dejando de estar en blanco para escribir sobre cualquier cosa. Pero hoy me he levantado con una energía que parecía haber dejado de existir. Energía para aguantar horas en la uni y energía que se ha convertido en alegría cuando he tomado la decisión de salir a jugar esta noche. Y de veros. Que llevaba un par de martes fallando y no podía ser. Que para una vez a la semana que nos vemos todos no se puede fallar. Sé que os vais a cachondear de mi y de esta entrada, pero no me importa, porque de verdad que me habéis alegrado y eso es de agradecer. Gracias. Por cierto, los que todavía no tengáis, hay una cosa que se llama Twitter. Echadle un vistazo.

Gracias de nuevo.

PD: Que gustazo estos ataques de alegría que acaban en quedadas improvisadas en chándal ¿verdad?

jueves, 17 de febrero de 2011

En referencia a "La primera vez"

Amigos, eso si que es pasar vergüenza. Pero de la buena. De esa que hace que tu subconsciente grite "¡Tierra trágame!". Me viene a la memoria ahora y vuelvo a sonrojarme. Cobarde yo.

"¿Y hoy has escrito algo en tu blog?"

"Sí, he escrito tres entradas: una sobre el fin de año, otra sobre las canciones que más he escuchado este año y la otra... no me acuerdo de qué era la otra" (desastre)

Estoy hablando de esto:
http://javipiesplanos.blogspot.com/2010/12/la-primera-vez.html

miércoles, 16 de febrero de 2011

Ten, una carta

Estimado duendecillo de la suerte,

Ahora que ya han pasado un par de meses desde que te dio por volver y he visto que has venido para quedarte puedo escribirte. Me alegro de tenerte de vuelta conmigo. Comenzaste a dar señales de vida a principios de diciembre y con la entrada del año dejaste de disimular para poder captar mejor mi atención y que pudiese verte de nuevo.

Sabía que no te habías ido para siempre. Sabía (o quería creer) que volverías en mejor forma. Y lo hiciste. te has marcado el detalle de traerme una sonrisa imborrable, un nuevo conciertazo de TR, unos buenos bailes mientras sonaba eso de "¡Dale gas! ¡Ya le doy!", has limpiado los parques y cada martes y jueves me regalas un "molt " (sí, también un "Excel·lent"). Eres grande.

No quiero que te alejes demasiado, que si lo haces empiezo a estornudar y a encontrarme mal. Que ahora no se puede estar mejor y tienes suerte de que crea en ti y te de parte del mérito. No me falles en mucho, mucho tiempo.

Gracias,,

Pies Planos

sábado, 12 de febrero de 2011

Espejo

Y entonces, con pasos temblorosos, se acercó al espejo y antes de poder articular una palabra éste le dijo "no hace falta que me lo preguntes: tú eres el más feliz del reino".

Y sus piernas dejaron de temblar.

jueves, 10 de febrero de 2011

Terrazas

Gracias por introducir esa imagen en mi cabeza. Has conseguido que me quede sentado mirando con cierta curiosidad las luces de los coches y cómo la gente ya se ha vestido con poca ropa y muchos colores. Por todas partes camareros que vuelan entre las terrazas llenas hasta la bandera y vendedores cansinos de rosas. No hace un calor asfixiante, y parece que la humedad ha decidido comportarse esta noche. Puedo oír a un hombre tocando la guitarra delante de los transeúntes. Canciones tranquilas para días tranquilos. Y allí, sentado, miro hacia adelante y me doy cuenta de que no podría estar mejor. Que por mucho que lo intentase no lo conseguiría. Miro el reloj y veo que queda tiempo más que suficiente para dar un paseo nocturno. Caminar despacio, respirando el verano y oliendo la diversión. Intenta que deje de sonreír. Es imposible, no te esfuerces.

Gracias.

martes, 8 de febrero de 2011

Se siente

Lo siento, de verdad. He estado una semana sin tocar el blog. Me he columpiado, pero es que con estos días tan primaverales ¿a quién no le apetece salir a columpiarse? Ya lo dije en una entrada anterior, hay días en los que uno tiene cataclismos de emociones que no permiten ejercer esto de la escritura. La universidad también aprieta; rascacielos de textos por leer. Además mi Twitter ha renacido y tengo que cuidarlo un poco hasta que aprenda a caminar. Pero ya he vuelto. Que nadie se preocupe.

De nuevo, zorry.