lunes, 28 de mayo de 2012

Foc de Camp

Del silencio a las risas en cuestión de segundos. Afina la guitarra que esto va para largo y las cuerdas son nuevas. La audiencia es reducida pero animada. Hay ganas de cantar, hay ganas de reírse hasta de nosotros mismos. A la izquierda, montaña; a la derecha, más montaña. El fuego calienta, aunque tampoco hace frío. Sí, el verano está a la vuelta de la esquina. Arriba las estrellas brillan pidiendo una frase ñoña que nunca llega. Quiero tocar, pero me falta reunir todavía más valor, "vale, canto si él lo hace primero". A mi lado te vas quedando dormida aunque en breves voleras a despertar con ganas de animación. En el paladar el sabor de una cerveza que no conozco pero que está la mar de buena. ¿La Playa? Pues valor y a La Playa. "No sé si ya me recuerdas..." ¡Qué buenos eran entonces! Te despiertas, sonríes y se te escapa un beso. Otra vez a afinar, que el coro se va animando. No me la sé, pero oye, cantada a capella no quedará nada mal. El fuego ilumina escenas únicas como una botella de Martini que va de mano en mano (boca en boca). Vamos a seguir tocando. Entono dos palabras, vosotros las seguís. Eso es hacer feliz al que toca. Si antes me faltaba valor para cantar, temo que ahora me sobre. Pero me miras, y aunque esté en medio del estribillo, te acercas más y me dices que me pongo guapo cuando toco. Sigo cantando, pero pienso en ti. Se hace tarde, pero con la música parece que el tiempo y sus medidas se hayan reinventado. Además el fuego se aviva y da más luz. ¡Qué bien te sienta la montaña! En un momento de despiste toco y canturreo algo que sólo tú y yo conocemos. "Desde aquí desde mi casa..." Estás guapísima. La noche nos llama la atención y el cansancio nos llama a sus brazos. Aunque la espalda no este fina, el sueño es poderoso. Va, unas últimas lentas y a la tienda. El fuego se va apagando y la oscuridad se nos traga por momentos. Saco la cámara de los recuerdos y hago una captura memorable.

No hay comentarios:

Publicar un comentario