martes, 21 de diciembre de 2010

El cuento de las casas

Había una vez una pareja feliz que decidió construir una casa para poder vivir juntos en ella. Decidieron construirla en una zona donde ya había otras casas en las que vivían parejas como ellos. Estas casas habían ido cambiando y mejorando con el paso del tiempo. Algunas parecían auténticos palacios. La nueva pareja llegó con ilusión al barrio.

Aunque las casas de los vecinos eran grandes y bonitas, pudieron observar que las relaciones de sus inquilinos eran frías como la nieve. Nunca les vieron salir a pasear juntos, o practicar algún deporte en pareja. Nada. La nueva pareja, en cambio, estaba tan ilusionada con sus planes que se mudó a la zona justo cuando empezaron las obras de su nueva casa. Sí, sólo había una estructura de tubos de aluminio y bigas de madera, pero montaron un pequeño campamento para vivir, aunque todavía no tuviesen ni techo. No les importaba. Sólo les importaba estar juntos. Los vecinos los miraban desde sus casas y no entendían a aquellos nuevos residentes que pasaban las noches al raso entre andamios y madera.

Unos días después de la llegada de la nueva pareja un sucedió un hecho terrible. Una poderosa tormenta golpeó con fuerza el barrio. Parte de los tejados y los muros de las casas fueron destruidos por la fuerza del agua y del viento. De la estructura de la nueva casa no quedó nada.

Nada.

Mientras que los vecinos pudieron solucionar el problema con una sencilla llamada a las constructoras (total, las estructuras de las casas no habían quedado dañadas) la nueva pareja, con lágrimas en los ojos, se vio obligada a abandonar el barrio y volver a sus respectivos hogares. No tenía sentido volver a levantar algo que no había llegado a ser y que ya no era. Mientras abandonaban el barrio, cada uno en una dirección distinta, vieron por última vez a todas aquellas parejas que vivían en casas que eran fáciles de reconstruir.

Aquellas parejas que ni siquiera paseaban juntas.

2 comentarios:

  1. "No tenía sentido volver a levantar algo que no había llegado a ser y que ya no era."

    Me gusta, aunque quizas la vida no es más que eso, reconstruir el pasado y proyectarlo en el futuro, incluso de forma inconsciente, claro está.

    ResponderEliminar