lunes, 5 de diciembre de 2011

Nada mal


Ha habido discusiones, cientos de ellas. Algunas pronosticaban lo peor y otras servían para que reaccionásemos a tiempo. Me recuerda un poco a aquello que decían en Los chicos del coro: "acción, reacción". Tampoco es algo sobrenatural, ni mucho menos. Somos 5 y es difícil que sepamos llevar el timón del barco hacia el mismo puerto. Los Beatles se insultaban, los Stones se robaban a las novias, los hermanos Gallagher convivieron en el grupo que revolucionó la música en los años 90 entre insultos, peleas, conciertos cancelados e instrumentos destrozados. Nosotros no somos más que 5 amigos que nos esforzamos una vez a la semana por ir creando lo que más nos puede gustar: la música.

Me he dado cuenta de que nuestras discusiones suelen tener un final feliz, y que cuanto más grande es el conflicto y más es el esfuerzo que metemos para solucionarlo, mayor es el beneficio. Podríamos decir que se trata del Teorema de Thursday Ride. Estas últimas semanas han sido la prueba empírica de esta pequeña teoría que me acabo de sacar de la manga ante todos ustedes. Tenemos dos canciones nuevas en el horno, una de ellas recién estrenada en un escenario. Parece que la creatividad ha vuelto a los ensayos. Por primera vez parece haber un consenso libre de disputas sobre las covers que preparamos para los conciertos. En un fin de semana hemos pisado uno de los escenarios más emblemáticos de Barcelona (razzmatazz2, aka The Loft) para ofrecer el primer concierto del curso y hemos grabado dos temas propios en un estudio profesional que ahora mismo están siendo mezclados y pulidos. Hoy, si las cosas van bien, la revista digital Bcn or Die publicará una entrevista nuestra. En el horizonte empiezan a tomar forma algún que otro concierto benéfico y esperemos que más grabaciones, que para qué negarlo: nos lo pasamos como críos en el estudio (en el fondo somos unos "críos" en esto de la música)

Son motivos más que suficientes para que esté feliz y orgulloso de pertenecer a este grupo. Creo que cuando hace unos cuatro años empecé a hacer ruido con Salva no se me pasaba por la cabeza vivir un fin de semana como el pasado. Vamos haciendo, poco a poco y sin querer obrar milagros. Porque en el fondo seguimos siendo estudiantes, cada uno con sus objetivos y sus expectativas, pero me gusta ver que cada viernes, cuando nos reunimos en el sótano un par de horas, nos vamos entendiendo cada vez más. Y del entendimiento sale la música y la diversión.

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