jueves, 17 de marzo de 2011

Dysania

De verdad, no compliques más las cosas. Me tengo que ir. Debes dejarme ir. No voy a mentirte: en pocos lugares se está mejor que aquí, contigo. Pero hay cosas que esperan más allá de tu agradable superficie.

Me esperan apuntes, libros y ejercicios. Ojalá pudiese ignorarlos, hacer como si no existiesen, pero eso repercutiría posiblemente en mi verano y por allí no paso. Sí, horas de estudio que me esperan por delante y que no puedo compartir ahora contigo. Si lo hiciese volvería a caerme en el universo onírico. Entonces tendría serios problemas.

Pero más allá del estudio me esperan cosas mejores. Como comprenderás no puedo llevarte conmigo más allá de mi puerta. Allí me espera una señora llamada primavera que va asomándose poco a poco después de habernos empapado con sus lágrimas. Ahora que sonríe, el Sol vuelve a pintar las calles y deja pasar la luz.

Mmmmmmm la luz.

Esa luz que le da más color a las cosas. Que después de unos días de estudio se convierte en la mejor recompensa. Porque la luz ilumina su cara y eso, cariño, no es asunto tuyo. No quiero que estés presente cuando me salte la sonrisa al verla. Más que nada por el tema de los celos. Porque a ti te admiro y te agradezco los momentos de descanso, sueños y reflexión; pero a ella no le llegas ni a la punta del zapato. Por eso mismo, déjame ir.

Espero que lo entiendas

1 comentario:

  1. jajajaja me encanta! esta frase me parece preciosa "Allí me espera una señora llamada primavera que va asomándose poco a poco después de habernos empapado con sus lágrimas." enserio, preciosa :) Gema

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