Pronto se hará de noche y volverán los abrigos. Los niños se quedarán en casa y los cafés serán sagrados. De nuevo en la oscuridad, como cuando solíamos invadir parques, reírnos de nosotros, rasgar guantes y abrazarnos como ogros.
Pronto se hará de noche pero te seguiré viendo igual. Los niños nos mirarán recelosos y los cafés no te sabrán tan mal. De nuevo en la oscuridad, nos contaremos los días, sonreiremos para ver mejor, diseñaremos planes y nos vestiremos de invierno.
Pronto se hará de noche y respiraremos el frío de la montaña. Los niños no sabrán lo divertido que es ser así y los cafés no quemarán. De nuevo en la oscuridad conduciremos a tu pueblo, nos esconderemos en los sacos, desconectaremos del mundo y nos observarán las estrellas.
Madre mía cómo pasa el tiempo.
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