Vergüenza (debería darte)

30 de noviembre. Día 1 después de La Manita. No tenía pensado escribir una entrada sobre el Clásico porque 1) es cierto que estoy muy satisfecho con la victoria del Barça, pero el fútbol no es una gran pasión para mi (aunque meterle 5 al Madrid es una bonita manera de empezar la segunda) y 2) porque no sé mucho de fútbol y no podría escribir sobre un partido. Aunque sí se ver quién jugó de forma exquisita y quién no lo hizo.

Pero hay algo sobre lo que sí que quiero (o tengo) que escribir: el respeto. Sí, esa cosa que al parecer no le han enseñado a unos cuantos, empezando por Sergio Ramos (si quieres te lo traduzco al andaluz: rehhhhpetohh). De por sí ya es una persona bastante prepotente, pero lo que es inconcebible es que le suelte semejante empujón a Puyol (previa entradita a Messi). Puyol (por si Ramos no se acuerda) es compañero suyo de selección y ambos ganaron un mundial juntos. Y va el listillo de turno y le pega un empujón. No se, igual lo hace en su casa y es lo más normal del mundo. Pero eso no se hace en un campo de primera división y mucho menos a un compañero. Luego está ese reducto de portugueses: Mou, Cr7 y Carvalho. Pero no me apetece seguir escribiendo de esta pandilla de malcarados, ellos (y todos) sabrán lo que hicieron.